El Tió de Nadal (Nadal significa "Navidad" en catalán, aragonés y occitano) es un personaje mitológico catalán y la base de una tradición muy arraigada en Cataluña. Esta tradición también se puede encontrar en Occitania bajo el nombre Cachafuòc o Soc de Nadal, y en Aragón como Tronca de Nadal o Toza.
El carácter de celebración infantil que desde hace siglos viste el acto de hacer cagar el tió por Navidad esconde antiguas prácticas rituales dirigidas a propiciar la abundancia y la cohesión familiar en medio del invierno. No debemos olvidar que el tió -o tronc, tronca, rabassa... entre otros nombres que recibe en nuestro país- es ante todo un trozo de madera robusta que quema en el fuego. Este fuego invernal simboliza la comunidad y la continuidad de la familia: hacía luz y alejaba los elementos extraños-reales o imaginarios- del grupo doméstico.
Originalmente quemaba de Navidad a Reyes, y después se guardaba en un lugar discreto a modo de amuleto protector de la casa, los campos y los animales.
El acto de hacer cagar al Tió está está relacionado estrechamente con el don de la fertilidad, así como el árbol de Navidad al decorarlo con bolas que recuerdan a la fruta que no crece en invierno. Obligar a cagar al Tió es recordar simbolicamente a la naturaleza, justamente en el solsticio de invierno para que siga produciendo bienes.
En el día de la Inmaculada Concepción (esto es, el 8 de diciembre), se empieza a dar de comer cada noche al tronco, y se tapa con una manta para que no pase frío durante la noche.
En nuestra familia sólo le damos de comer la semana de Navidad, pero eso sí siempre frutas frescas y de primera!!! Los pequeños de la casa van como locos intentando pillar a los padres retirando la fruta, pero como son rápidos no les pillan nunca. Siempre he pensado que se la comen por si hemos contado las del frutero.
El día de Navidad o, según la casa, durante la víspera, se ponía el tió al fuego y se lo hacía defecar.
Hoy en día ya nadie lo pone en el fuego sino que vamos directamente a la parte de los regalos que es lo que más mola!!
Nosotros el día de Nochebuena después de cenar, nos reunimos todo el mundo en una habitación a rezar mientras algún mayor (generalmente mi padre que es a quien más le gusta lo del Tió) se queda para poner los regalos debajo de la manta. Cuando oímos Amén, sabemos que podemos salir y azotar al leño con unos barrotes o palos para que defeque los regalos (claro que la manta se ha hinchado considerablemente mientras estábamos rezando...). Mientras azotas el Tió se ha de cantar una canción que aunque dependiendo de las escuelas y familias varía ligeramente la letra viene a ser así:
"Tió caga turrón, de avellana y de piñón y si no un golpe de bastón".
*Mi hermano Jordi y yo en las Navidades de 1970.
Entonces retiramos la manta y están todos los paquetes porque en casa lo de las chuches quedó en el olvido. La cara de los más pequeños es fascinante. Están tan asombrados que a la siguiente ronda le pegan con más fuerza aún... Bueno nosotros como somos muchos lo hacemos varias veces y es que los Reyes ya no pasan por casa porque no les da tiempo con tantos niños para regalar.
A mí me gusta más la tradición de Papa Noel porque eso de que un viejecito gordito vestido de rojo reparta juguetes por todo el mundo montado en su trineo volador tirado por renos que el primero se llama Rudolf y al que se le enciende la nariz roja para alumbrar el camino en la oscuridad me tiene alucinada!! Además es un personaje entrañable con sus elfos que construyen los juguetes en su fábrica en el Polo Norte... Mucho más bonito que pegar a un leño para que cague... pero las tradiciones se han de mantener y en mi familia les gusta lo del Tió.
0 opiniones:
Publicar un comentario